Es curioso esto de las modas y las tendencias en gastronomía, ves como tanto la imagen como el tipo de cocina que consumimos, varía al igual que la Pasarela Cibeles, año tras año.
Esta receta es un ejemplo de ello, un ejemplo de como nuestras madres en los 80 nos homenajeaban los días en los que toda la familia nos juntabamos, y por la mesa desfilaban los pasteles de pescado, ensaladillas rusas y grandes fuentes de croquetas.
Llegaron los 90, con grandes pasteles de carne, gelatinas, pollos rellenos con huevo hilado y las pechugas Villerroy... ¡¡que sofisticación nos daba....!! hasta que la crema de módena, invadió nuestras vidas, y no había restaurante que se preciara, que para dar mejor aspecto a sus recetas, nos bañaban a todos de este preciado vinagre... ahora, quien no ha oido hablar de sifones, nitrógeno líquido y esferificaciones.... vamos que en esto de la cocina, también hay que hacer cambios de armario..
Pues de vez en cuando hay que honrar la cocina de nuestras madres y este pastel de pescado, me recuerda a esos domingos de verano con toda la familia reunida, eso si, la lechuga adornando alrededor, es algo que he preferido evitar....jajaja
Ingredientes:
1/2 kg. de merluza o lenguado
2 patatas
1 Zanahoria
1/2 cebolla
1 hoja de laurel
4 huevos
1 bote de nata
Sal y pimienta negra
Para recubrir:
Mayonesa
Calabacín
Eneldo
En una cacerola, ponemos a cocer, la patata, la zanahoria, la media cebolla y el laurel, tras unos 20 min. añadimos la merluza y salamos, dejamos cocer por cinco minutos mas. Podéis utilizar el pescado blanco que mas os guste.
Con una espumadera, sacamos el pescado y el resto de ingredientes del caldo, dejamos escurriendo para que pierdan bien el resto de agua.
El caldo lo podemos conservar para cualquier otra preparación.
En un bol, batimos los cuatro huevos y la nata, cuando esté bien mezclado, añadimos la patata, el pescado (muy importante quitar bien todas las espinas, dejarlo bien limpio y desmenuzarlo), la zanahoria y la cebolla, machacamos bien todos los ingredientes, salpimentamos.
En este paso, tenéis dos opciones, dejar los trocitos que se vean, o si queréis una textura de mousse, podéis batir la mezcla.
Untamos un molde rectangular con mantequilla y volcamos la mezcla dentro. Horneamos durante 15-20 min.
Dejamos enfriar, desmoldamos y cubrimos de mayonesa.
Con la mandolina hacemos lonchas de calabacín muy finitas y estas a su vez las cortamos en tiras, para decorar, colocamos estas transversalmente y espolvoreamos un poco de eneldo.
Debemos servirlo muy frío.